Esta web necesita JavaScript para funcionar
¿Cómo cuidar los pies? La importancia de utilizar el calzado adecuado

¿Cómo cuidar los pies? La importancia de utilizar el calzado adecuado

Top Doctors
La redacción de Top Doctors
Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 06/06/2019

El calzado debe ser siempre una protección para los pies desnudos. El contacto de la piel con elementos del calzado no debe producir ningún tipo de irritación ni puntos de fricción o de roce, más allá de la capacidad que tiene el propio pie (capacidad de carga, movilidad de los dedos, propulsión para la marcha...) y la piel que lo recubre para adaptarse a los elementos del calzado.

A la hora de comprar calzado, es evidente que se deberían descartar los zapatos hechos con materiales de poca calidad, ya que van a romperse o deformarse y, en este deterioro de la disposición inicial, pueden surgir problemas de adaptabilidad que pueden presentarse o bien de entrada o bien con el uso más prolongado. Los materiales inelásticos y que dificultan la transpiración de la piel van a crear más problemas que los materiales más blandos, naturales y adaptables.

Además de la calidad de los materiales, los especialistas en Traumatología afirman que también deben valorarse otros aspectos tanto o más importantes como la adaptabilidad al calzado y el uso que se le da a éste. Es evidente que no todo el mundo tiene la misma forma de pie, el mismo tipo de piel, la misma eficacia de circulación venosa de retorno, el mismo peso y envergadura... al igual que tampoco transpiran igual, ni caminan de la misma forma.

calzado adecuado

¿Heridas y rozaduras en los pies?

Hasta cierto punto, un cambio de calzado, de invierno a verano, por ejemplo, va a requerir que la piel del pie, incluyendo los puntos de apoyo y de sujeción, se adapte a la nueva disposición que exige un modelo de calzado diferente, que se apoya en otros puntos. Concretamente con el calzado más liviano del verano, estos puntos no son tan amplios como en el calzado más cerrado, sino que deben concentrarse los puntos estratégicos que los fabricantes de calzado tienen perfectamente estudiados. Pero una ampolla o una rozadura que persiste en el tiempo y con el uso repetido de un tipo determinado de calzado, debería indicar que el pie no se adapta a este zapato y desecharlo antes de que las lesiones se agraven.

 

Ante todo, comodidad en el calzado

La moda exige unos imperativos que en ocasiones no van parejos con la salud. Esto es especialmente evidente en el calzado, cuyos diseños pocas veces se ven orientados por expertos en medicina de los pies (ortopedas, podólogos, cirujanos ortopedistas, etc.). La elección del calzado no es un tema sencillo y cada persona debería poner mayor atención al tipo de calzado que utiliza. Sobre todo en las mujeres, puesto que las alteraciones del pie producidas por un calzado inadecuado a los largo de los años son una de las consultas más habituales en cualquier centro que se dedique al cuidado sanitario de los pies.

Hemos visto problemas con determinados zapatos todos los años y en todas las temporadas. A menudo, porque la persona se deja llevar por motivos de estética, de conveniencias comerciales o de precios, sin contarcon sus propias características personales, que tampoco son siempre las mismas y que pueden variar por razones fisiológicas, de edad o de actividad. Una piel puede convertirse más sensible o alérgica de un tiempo a otro en virtud de múltiples parámetros. Los cambios de peso, actividad física, metabolismo, los cambios que se producen en la circulación de las piernas, en la propia resistencia y textura de la piel y muchos otros motivos pueden hacer que una persona determinada se adapte mejor que otra a determinados calzados.

Como en la vista, lo importante es la graduación de la visión y no la montura de las gafas. En los pies, deberíamos tener más cuidado personal, pensando no sólo en el presente sino también en el futuro de una parte de nuestro cuerpo que debe sostenernos toda la vida

Ortopedia y traumatología