Avances en el tratamiento de la Litiasis Genitourinaria

Avances en el tratamiento de la Litiasis Genitourinaria

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 11/06/2019

La Litiasis urinaria se caracteriza por la formación de cálculos que se manifiestan con un dolor intenso. En la actualidad el tratamiento es muy variado gracias a la innovación tecnológica, siendo la cirugía endoscópica y la litiasis uretral de las técnicas más recurridas. 

Enfermedad litiásica: qué es  

La litiasis urinaria es una enfermedad caracterizada por la formación de cálculos en el aparato urinario (figura 1). Aparece en un 5-10% de la población general y habitualmente se manifiesta como un cuadro de dolor intenso en la región dorsal que irradia hacia la zona genital (cólico nefrítico). El dolor es de tal intensidad que suele provocar la aparición de náuseas y vómitos acompañantes. No obstante, el sangrado al orinar o las infecciones de orina aparecen con cierta frecuencia. En muchas ocasiones, la detección de un cálculo renal ocurre de modo accidental, al realizar una ecografía por otros motivos.
Su incidencia parece incrementarse en relación con el aumento del nivel socio-económico. Así, es una enfermedad ocho veces más frecuente entre los profesionales médicos, abogados, etc. que en otras actividades. Se puede afirmar que el 6% de la población tendrán un cálculo a lo largo de su vida. 
El primer episodio suele aparecer entre la 3a y 4a década de vida. Tras ello, la probabilidad de recurrencia es del 50% en los 5 años siguientes, porcentaje que aumenta en los casos con historia litiásica familiar. 

A continuación, en la figura 1, se puede observar un cálculo renal “coraliforme”, llamado así por su aspecto.

 

Diagnóstico de la Litiasis renal

El diagnóstico de la litiasis renal debe incluir una valoración morfológica y funcional completa de la vía urinaria. Se debe constatar la presencia de cálculos urinarios y su repercusión en ese momento. Para ello emplearemos básicamente la radiografía simple de abdomen (figura 2), la ecografía abdominal y el estudio con contraste del aparato urinario mediante la Tomografía Axial Computerizada (TAC). Esta última, sin contraste, es actualmente la técnica de elección de diagnóstico. El tamaño del cálculo, su posición y la posible obstrucción que produzca sobre el riñón determinarán las mejores opciones de tratamiento.
En la siguiente imagen (figura 2) se muestra una gran litiasis coraliforme de riñón derecho visible en una radiografía de abdomen:

Una vez eliminados los cálculos se deberá efectuar un estudio metabólico por parte del experto en Urología para descartar cualquier trastorno que pueda suponer la reaparición de los mismos. Este estudio, frecuentemente olvidado, es sencillo y cómodo para el enfermo y, en ciertos casos, será la piedra angular del tratamiento a largo plazo.

 

Tratamiento de la Litiasis renal

El objetivo principal del tratamiento médico de la litiasis es eliminar los cálculos existentes, evitando presentes o futuras complicaciones derivadas de su crecimiento, y prevenir su reaparición. 
Muchos de los cálculos urinarios serán expulsados espontáneamente. Sin embargo es muy frecuente tener que recurrir a un tratamiento activo. Es en este ámbito donde se han producido muy importantes cambios en los últimos años, derivados de la miniaturización de los instrumentos empleados y a la incorporación de fuentes de energía de altísima eficacia como el láser.
Tradicionalmente se ha recurrido a la cirugía abierta para el tratamiento de los grandes cálculos de riñón. Sin embargo, a partir de la década de los 70 del pasado siglo se generaliza el abordaje percutáneo (con tubos metálicos de 10 mm de diámetro máximo insertados en el riñón desde la región lumbar) y aparecen fuentes de energía externas (litotricia extracorpórea). Ambas técnicas, ampliamente empleadas hoy en día, han permitido un tratamiento mínimamente invasivo y de gran eficacia; especialmente la litotricia cambió como pocas técnicas la forma de manejar la litiasis por parte de los urólogos.
En los 10 últimos años se ha producido otra nueva revolución en el manejo de los cálculos urinarios, de la mano de la innovación tecnológica. Las fuentes láser pueden aplicar en puntos de diámetros de hasta un tercio de milímetro con energías tan elevadas como 30 watios o superiores. Ello ha permitido miniaturizar los instrumentos de trabajo y alcanzar el propio riñón desde la uretra (empleando, por tanto, los orificios naturales) con la intención de fragmentar y pulverizar cálculos de hasta 3 cm de diámetro, situación impensable hace tan solo unos años. De igual modo, se ha facilitado el acceso a litiasis renales ubicadas en lugares que antes únicamente eran accesibles desde el exterior (por ejemplo, divertículos caliciales). 
La cirugía endoscópica, que genéricamente es como llamamos a este tipo de técnicas, ha ganado notablemente en eficacia, permitiendo tratamientos de éxito con una mínima invasión, escasas complicaciones y rápidas recuperaciones. 
La litiasis ureteral es actualmente bien tratada mediante ureterorrenoscopia, procedimiento mínimamente invasivo a través de las vías naturales (uretra y uréter). La localización y el tamaño del cálculo definirán la necesidad de ureterorrenoscopia semirrígida o flexible. 

 

Cuidados necesarios tras el tratamiento de Litiasis renal

Una vez eliminado el o los cálculos existentes será preciso tratar la causa inicial del problema (gota, hiperparatiroidismo, etc.). Si no se descubren trastornos bioquímicos, ni manifestaciones extrarrenales de otra enfermedad que pudiera favorecer la formación de cálculos, deberemos indicar un tratamiento conservador, médico y dietético, si es oportuno. 
En términos generales deberemos seguir estas pautas: 
1)     Ingesta de líquidos: 
Aumentar la ingesta de líquidos es una modificación nutricional universalmente aplicable a todos los tipos de cálculos. Se debe conseguir un volumen de orina superior a 2 litros por día. Para un individuo de edad media con actividad normal, esto supone una ingesta de 3 litros. El agua será el aporte fundamental, aunque solo se desaconsejan de forma expresa la leche y el té. 
2)     Restricciones dietéticas: 
La reducción de sal en la dieta o el consumo bajo de proteínas con prácticamente una constante son las recomendaciones que se dan a las personas con litiasis genitourinaria. No obstante, estas medidas utilizadas de forma inadecuada serán inefectivas, en el mejor de los casos. Este tipo de tratamientos no se debe iniciar sin un estudio metabólico previo a realizar en la consulta de urología. 
3)    Tratamiento médico: 
El tratamiento médico, dirigido a evitar la formación de nuevos cálculos, deberá adecuarse a cada tipo cálculo y de trastorno metabólico subyacente en caso de que exista. 

 

Urología