Acné: causas y tratamiento

Acné: causas y tratamiento

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 01/06/2019

El acné es una afección cutánea que, a pesar de no representar una grave amenaza para la salud afecta de forma negativa en la calidad de vida del paciente, ya que los comedones, pústulas y cicatrices secundarias de esta patología pueden empeorar su aspecto.

El acné es una patología del folículo piloso muy frecuente, que ocurre sobre todo en la adolescencia, con extensión en las primeras décadas de la edad adulta. Se manifiesta por la aparición de comedones (“espinillas”) abiertos y cerrados, lesiones inflamatorias como pápulas y pústulas (“granos” con y sin “cabeza”), lesiones más profundas como nódulos y la eventual aparición de cicatrices secundarias.

Existen diferentes grados en el acné, desde la aparición exclusiva de comedones, sin lesiones inflamatorias, hasta la presencia de lesiones nodulares e incluso ulceradas en la cara y tronco, acompañadas de fiebre (el acné fulminante), pasando por las formas inflamatorias moderadas-graves, con asociación de pápulas, pústulas, nódulos y cicatrices en diferente intensidad y extensión.

 

Causas

El acné no se produce por una única causa, es un proceso multifactorial en el que interviene la obstrucción de la salida de los folículos pilosos o el exceso de la producción de sebo y la presencia de una bacteria, llamada Propionibacterium acnes. La mezcla de todos estos factores produce la rotura de la pared de los folículos pilosos y la aparición de la inflamación en el acné.

En ocasiones el uso de algunos fármacos orales puede favorecer la aparición de acné, como en el caso de los esteroides.

 

Prevención

No existe una forma de evitar el acné. La higiene local, con jabones puede reducir un poco la intensidad de las lesiones. No existen evidencias de la implicación de la dieta en el acné y no está claro que alimentos como los ricos en grasas, los chocolates empeoren el cuadro.

Aún así, hay pacientes que cuentan que la ingesta de determinados alimentos provoca exacerbación de las lesiones, en cuyo caso sí sería conveniente evitarlos. Ello no debe llevar a la generalización de dietas restrictivas en todos los pacientes con acné.

 

Tratamiento

El tratamiento depende de la intensidad de las lesiones y de su extensión. La higiene con jabones que contengan sustancias que eliminen la oclusión del folículo pueden ser beneficiosas, como el peróxido de benzoilo, el ácido azelaico o el ácido salicílico.

Usualmente se emplean antibióticos tópicos, como la clindamicina o la eritromicina, muchas veces asociados a productos como los mencionados antes. No se recomienda el uso de antibióticos tópicos de forma aislada para evitar la aparición de resistencias.

Los antibióticos orales, como las tetraciclinas, en cambio, pueden ser útiles pero en periodos de 2-3 meses y en el caso de acnés leves-moderados, pero tras la suspensión es frecuente la reaparición de las lesiones.

Además, en las mujeres, la asociación de un anticonceptivo oral y un antiandrógeno puede mantener el acné inactivo durante largas temporadas.

El fármaco que resulta más eficaz es la la isotretinoína. En tratamientos de 6-8 meses de duración, es capaz de eliminar las lesiones, incluso en periodos prolongados después de la suspensión. En muchas ocasiones, la isotretinoína consigue incluso la curación total del proceso.

Por último, técnicas como la terapia fotodinámica o el láser pueden proporcionar mejorías temporales, aunque no están muy extendidas. La terapia fotodinámica consiste en aplicar una crema y activar sus sustancias con una lámpara especial. El láser, en cambio, se encarga de quemar las glándulas sebáceas que provocan una piel aceitosa o una fina capa de piel para reducir las cicatrices del acné.

Dermatología